Viajar

Estas últimas noches las pasamos en la terraza de casa, a la fresca, mirando las estrellas y la serralada de la Tramuntana, que nos protege y maravilla a partes iguales.

La conexión llega aquí arriba, hago mis pequeños quehaceres mientras Mona hace yoga y pincha  una selección de canciones en Spotify. Ayer era la noche latina, hoy toca noche de la Chanson.  Entro en el blog después de algo más de una semana. Mona me dice que la cabecera del blog está desactualizada, que Teo debería hacerme una nueva más acorde con el nuevo lugar.  Es posible, pero si a mí me da pereza o me falta tiempo para escribir por aquí, menos le iba a pedir que me hiciera un nuevo dibujo.

Repasamos las fotos de la galería del blog. Hemos viajado bastante, tenemos historias de cada uno de los lugares que se pueden ver en las fotos. La mitad las hice solo y la otra mitad con ella. Las fotos de las nevadas en Suiza, de los cielos eternamente encapotados durante el invierno me estremecen. Eso si que es un invierno en toda regla. El Berner Oberland podía ser un lugar increíble, como duro y áspero.

Viendo las fotos caemos en la cuenta que estos últimos meses, aparte de la menudencia de haberme mudado a una isla y ella venir meses después, poco más hemos viajado. Andamos en una empresa que nos quita mucho tiempo (hacernos un hueco en esta isla). Por otro lado, vamos descubriendo los rincones de Mallorca. El otro día estuvimos en Santa María del Camí, un pueblo que tenía ganas de visitar. Fuimos el día del mercado. Nos encantó. También la semana pasada visitamos Campanet, elevado en una colina como tantos otros, nos gustó bastante, o Selva y Caimari, pequeños y coquetos, pegados a las faldas de la Tramuntana.

Portocolom es otro de nuestros descubrimientos. Estuvimos el domingo pasado. Es un puerto natural enorme. Se respira paz, harmonía. Las casas son  completamente diferentes a las de Selva y Caimari, más de montaña. Las de Portocolom son en cierto modo parecidas a las de Lipari, una de las islas Eolias, las cuales visitamos el año pasado.

Este verano no he tenido vacaciones. Me he quedado de retén, por así decirlo, y he tenido que hacer de todo, conductor, medio encargadillo, corre ve y dile, y entre otras cosas, hacer mis trabajos habituales. En agosto aquí huyen en desbandada. Espero poder desquitarme con escapaditas a Menorca e Ibiza y hacer la enésima mudanza, una más sí. A un sitio con el suficiente espacio para poder acoger a amigos y familia. Creo que cuando suceda eso las visitas tendrán que hacerse con reserva anticipada.

Esta vez este post no va a tener fotos, esas que tanto os gusta. Ando en la terraza y me da pereza ponerme  a insertar fotos. Dadle una oportunidad a vuestra imaginación.

Me voy, que se me están congelando las ideas, el relente está haciendo acto de presencia.

 

 

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