La pandemia, incluso antes de ella, atrajo a mucha gente, jóvenes sobre todo, a experimentar la posibilidad de ser libre y autosuficiente, dejando a un lado la gran ciudad, la civilización y todas sus cadenas. Antes se viajaba con la autocaravana, pero ahora se popularizó el tema de las campers. Comprar una furgoneta, camperizarla tú, o mandar camperizarla a una empresa especializada y echar a rodar. Libre como el viento, sin ataduras ni alquileres, sin hipotecas… Esto es algo que llevan años persiguiendo mucha gente, poder ser autosuficiente. Pero el siguiente paso, el de muchos de estos aventureros con hambre de libertad, es el de añadir a ese estado de libertad permanente, un grado más de comodidad, un refugio, algo que poder hacer con sus propias manos, hacer una casita de nuevo o comprar una en ruinas por nada y menos y rehabilitarla poco a poco. En la mayoría de los casos, ese proyecto va acompañado de una constatación, grabarlo, editarlo con cierta gracia, con estilo, un trabajo de cuidado, para luego compartirlo en las redes.
Tengo que confesar que suelen interesarme esos vídeos de construcciones en el campo y la montaña, porque uno es del oficio y siempre me despierta curiosidad. Algunos son realmente manitas, muy organizados. Ahora con el tema de la crisis energética, creo que ha aumentado ese sentimiento de autosuficiencia, de querer aprender uno un poco de todo para no tener que depender a la mínima de todos. Por un lado no es mala idea si tu vida familiar, la real, no está algo complicada para dejarlo todo e irte al monte.
Hay una película documental bastante interesante dirigida y realizada y protagonizada por el fotógrafo José Díaz, donde pasa voluntariamente 100 días viviendo en los montes de los Picos de Europa solo en una cabaña. Hay mucho silencios, como es de esperar, sólo alterado por los cantos de los animales y los elementos. Es un buen ejemplo de parar el ritmo frenético y reconectar con la tierra, si es que alguna vez llegaste a conectar de veras. La película se llama, como no, «100 días de soledad», bastante recomendable. Se puede ver en Netflix.
La versión americana puede ser la de la novela «In to the wild», de Jon Krakauer, que luego rodó Sean Penn, retitulada en España como «Hacia rutas salvajes». Viene a ser la misma historia, un joven, con posibilidades para seguir una vida «normal», se cansa de la humanidad y se pierde por las montaña de Alaska. La historia está basada en los hecho reales que le ocurrieron al joven Christopher McCandless.
Hay películas, documentales, canales de youtube donde se ve a gente intentando vivir esa experiencia, algunos algo ridículos como «Expedition Happiness«, protagonizada por dos hipsters llamados Mogli y Felix que graban camperización de un autobús escolar para luego embarcarse en «el viaje de su vidas» junto a su perro Rudi. Lo que me parece la peli lo cuentan muy bien aquí.
Pero sí hay una película, que puede resumir ese espíritu de hombre aventurero, que marcha a las montañas prácticamente a vivir solo con los elementos, esa es «Las aventuras de Jeremiah Johnson» de Sydney Pollack, protagonizada maravillosamente por Robert Reford. La historia está basada en la vida de John «Liver-Eating» Johnson un trampero y explorador que trabajó en Wyoming y Montana, trampeando con las pieles de animales (ay si se enteran los veganos…) El tipo original es de mediados del 1800, y la peli es de hace justo 50 años. Una historia que inspira aventuras y aprendizaje que aún hoy en día siguen perpetuando con mayor o peor fortuna.
Toda esta ristra de datos y links surgieron después de ver el enésimo vídeo de «survivor in the mountains» esta vez protagonizado por un joven sueco llamado Erik Grankvist que después de terminar la secundaria, como tantos otros, deciden emprender un proyecto motivador, y se le ocurrió, mira tú por donde, hacer una cabaña rústica con sus propias manos y con cuatro herramientas manuales, como las construían antaño. No sé Rick, parece falso… Asegura en sus comentarios que no tenía experiencia previa a la hora de construir una casa de madera. Lo dudo. Al igual que en Suiza, en Suecia está bastante extendido construir con madera, Es más, seguro que hizo un ausbildung, como dicen en Alemania, una formación como carpintero o algo así para construir semejante cabaña. Asegura que ha estado viviendo dos años completamente solo para construir la cabaña, solo con cuatro cosillas que echó en la mochila, vaya. Veo mucho postureo, maquillaje de la realidad. Alguien tiene un gran colchón familiar, con tierras familiares incluidas en su Suecia natal, y mucho tiempo libre para jugar a ser Jeremiah Johnson. Da la casualidad también que deja unos links sobre la ropa de montaña y trabajo que lleva puesta siempre, con unos interesantes descuentos si clickean en su cupón de descuento. Todo muy wild, sí. En fin… Aún todas mis suspicacias, es entretenido ver todos los pasos a la hora de construir la casa, sin dialogo alguno, sin explicaciones ni subtítulos, parece que sobran las explicaciones, algo que echo en falta. A todo esto ¿cómo van esas provisiones de papel higiénico para la próxima crisis mundial?
pd. El título del post es pretendidamente no original y sí específico para aquellos que les interese el tema. ¿Funcionó?
«No lo sé Rick parece falso! resume lo que pienso cada vez que veo este tipo de programas, no soy una aficionada pero de tanto en tanto me veo alguno porque son entretenidos pero siempre pienso que es gente con un muuuy buen pasar económico jugando a ser exploradores salvajes, en una ¡vaya! naturaleza cada vez más cercada por el hombre. Y eso de que están solos mmmm…¿tu cámara puede filmar de forma tan genial en automático? Aún así es divertido verlos tratar de recrear una vida más conectada a lo natural y autosuficiente pero sin engañarse.
Me ha gustado tu entrada, no es la habitual.
Pd: Las provisiones de papel higiénico van bien pero haciendo honor a tu post siempre se puede emplear las hojas de los árboles XD
Saludos Burdon 🙂
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Me pasa igual, me entretienen estas cosas, pero se ve todo tan preparado, y el equipo de filmación se ve tan bueno…. Aquí el minimalismonsiena a postureo.
Gracias por pasar Coremi! Últimamente no tengo tiempo para nada, pero espero poder retomar el ritmo con cosas variadas. Un saludo! 😊
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