Post-it, para que no te olvides

Últimamente vuelvo al sano ejercicio de escribir post-its, que no dejan de ser pequeñas notas escritas a mano, mal llamadas Post-it. Igual que Velcro o Tiritas, los nombres de las empresas que popularizaron sus productos.  Últimamente suelo poner «sacar el tupper de la nevera». Reutilizo el mismo post-it cada noche para que no se me olvide sacar el susodicho con el almuerzo para el día siguiente. Por las mañanas no sé dónde tengo la mano izquierda y mucho menos donde la derecha, así que tiramos de notas y recordatorios.

Todo esto viene a cuento porque debería ampliar este sistema para poner cosas menos mundanas y más existenciales, pero a la vez obvias como: «No te olvides de vivir». Y esto que digo no es algo baladí, es algo tan básico como el comer y dormir. Creo que han escrito un puñado de canciones donde sobrevolaba esta idea, el «Me olvidé de vivir» de Julio Iglesias, o el «Para que no me olvides» de Lorenzo Santamaría son las que me vienen a la cabeza, lo sé, hay muchas más. Que sí, que son unas antiguallas, pero algún también lo serás tú. Entonces no lo dirás tan a la ligera.

La canción de Santamaría la escuché hace unos meses en un programa de la TV3 llamado «El Foraster», «El forastero», presentado por Quim Masferrer, donde se dedica a pasar 48 horas en un pueblo de Catalunya de menos de mil habitantes. En su primer programa una señora mayor le contó a Quim que llevaba mucho tiempo casada con su marido, el cual ya apenas se movía de casa por su avanzada edad. Pero cuando añora los tiempos en los que vivían la vida intensamente, tenía un remedio para «activar» de nuevo a su señor esposo. Ponía una cassette para que sonase «Para que no me olvides», y los dos se ponen a bailar lentamente y rememoran tiempos pasados, cuando eran felices, plenamente felices, simplemente teniéndose el uno al otro. Mejor que explicarlo, dejo el link del momento Aquí.

Todo esto de los señores mayores bailando y de Julio haciendo un repaso de sus éxitos y recordando que hay algo más en la vida que eso, viene a cuento porque son ejercicios para intentar discernir qué es lo que te hace feliz. No qué debes hacer, porque otros lo hagan, sino qué te hace feliz a TI. No entiendo porque no trabajan esto más en las escuelas.

Últimamente está muy de moda viajar, viajar a muchos sitios, hacer muchas cosas. Como si de una carrera se tratase, cosas que tachar de tu lista de propósitos. Vaya despropósito. Simplemente debería hacerse lo que uno quiera realmente hacer. Si es factible para tu economía y tiempo, claro. Más sentir y menos consumir.

Personalmente, añoro un poco la capacidad de sorprenderme,  de la luz y del color, de aquellas pequeñas cosas, como cantaba Serrat.  Pero estamos en ello para solucionar esto último, poco a poco. Tampoco querría sufrir el síndrome de Stendhal, viviendo y admirando cosas bellas de golpe, no cabiendo en mí de regocijo, como en el gag de Bertín Osborne al ver juntos a los tres iluminatis de la derecha. Totalmente delirante.

En fin, como siempre mezclo sentimientos, reflexiones y canciones con todo y no sé cómo terminar esto. Comienzo, nudo y desenlace, dicen en los talleres de escritura que  necesita un buen escrito. Tal vez,  concluiría recordando esta canción de Quique González, donde dice  «ahora no hay nadie que encienda, el motor de mi nave». Yo rebajaría el lirismo cambiando el «no hay nadie» por un  «no encuentro las llaves». Pero espero que aparezcan pronto.  🙂

 

 

2 comentarios en “Post-it, para que no te olvides

  1. Hola filósofo Burdon, estoy 100% de acuerdo con tu reflexión y merecías que te citase: «No qué debes hacer, porque otros lo hagan, sino qué te hace feliz a TI.No entiendo porque no trabajan esto más en las escuelas.» Yo tampoco sé porqué no lo hacen, siendo que así habría niños y niñas más felices o por lo menos más centrados…que de hecho los hay pero como está tan de moda hacer tooodo juntos (un día van a salir con que también debemos compartir el baño a la vez) el que quieras tener tu espacio par ti no está bien visto porque hay que socializar a todas horas en todo lugar. Y creo que por eso la gente necesita tener sus notitas como haces tú para recordarse vivir un poco para sí mismos y no para el resto. Saludos, muy buena entrada 🙂

    Le gusta a 2 personas

  2. Socializar está bien Coremi, tener tus espacios y propios intereses también. Sólo digo que lo que es bueno para ti, no tiene que ser precisamente bueno para mí. Eso ya lo iré descubriendo por mi mismo, permitiéndome el lujo de equivocarme, al igual que lo hizo Leonardo Da Vinci en su vida (vaya majadería compararme con este señor). Da Vinci se equivocó y mucho a lo largo de su vida, pero a la vez aprendió de cada fracaso. Eso le hizo ser sabio y poder conseguir los éxitos por los que ha pasado a la posteridad, que son incontables.

    ¿Pero de qué estábamos hablando? De eso, de aprender a pensar qué queremos para nuestra vida para luego atrevernos a remar en esa dirección. Y como decía Aberasturi, si pasa «algo», se le saluda. 🙂

    Le gusta a 1 persona

Replica a burdon Cancelar la respuesta

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.