Volvemos a esta ya clásica categoría de posts donde muestro por aquí mis últimas capturas de veletas por el mundo (el mío).
En este caso se trata de una veleta que me encontré en la localidad holandesa de Bredevoort este mismo fin de semana. Es curioso que, habiendo visto muchas veletas en los numerosos molinos del país de los tulipanes, nunca me había encontrado una veleta que represente el mismo molino, algo tan característico de este país después de los cofeeshops.
Esta veleta es como si invitara a señalar donde se encuentran cada uno de esos molinos que adornan cada uno de los siempre encantadores pueblos de los Países Bajos (ya dijimos que Holanda no era la forma correcta de llamar al país). Bredevoort se encuentra al este, es uno de los primeros pueblos que nos encontramos al pasar la frontera desde Alemania. El cambio de un país a otro es, notable. Las casas más pequeñas, cuquis, la naturaleza respira con otra armonía. Los lugareños se les ve mucho más relajados y espontáneos que los alemanes, ¡hasta saludan! En muchos casos, se nota en las ciudades la modernidad que se respira. Curioso contraste este el de convivir con la modernidad de sus edificios y empresas y con los pueblos encantadores que parece que se detuvieron en el tiempo, como son capturados en una foto.