Llevo desde el viernes en Mallorca. Llegué en barco como una tortuga, con la casa a cuestas como quién dice, de madrugada, a las 4 de la mañana. Me quedé a dormir unas horas en mitad de la noche, esperando a ver el amanecer desde un una playa cercana al puerto de Alcúdia. No os recomiendo probar a dormir en las butacas del ferry, mejor coger directamente un saco de dormir o una manta y tiraros al suelo, descansareis mejor. Después de recibirme mis nuevos compañeros de piso, de tirarme en la cama rendido por el viaje y los nervios acumulados, de poner un poco en orden mis cosas, de hacer la compra más básica para comer los próximos días… después de eso, caí rendido y me quedé KO hasta el mediodía del día siguiente.
Ya probé el trayecto para llegar a Palma, donde generalmente trabajaré. Es bien, es factible. Ya compré en el Ikea, cuatro cosas que no metí en el coche y necesitaba. Ya me perdí por las calles del pueblo, ya di una buena vuelta en bici por él, y por Palma esta mañana. Viva guirilandia. Por el contrario, el pueblo donde vivo es eminentemente mallorquín. Se estima que el 70 % de la población es mallorquina, hace unos años, no muchos, era de un 90%. Este fin de semana ha coincidido con un mercado entre rural y creativo, muy pintoresco todo. Ambientazo del guapo en el pueblo.
Recuerdo perfectamente mis primeros días en Suiza, muchos días solo, como incomunicado. Si a eso le sumas no conocer el idioma, la sensación se multiplica. De alguna manera me pasó con Alemania, aunque ya más acompañado con mi pareja, ni punto de comparación, y me está pasando ahora en Mallorca. Esa sensación de, ¿dónde estoy? ¿Y qué pereza empezar de nuevo en un sitio no? Dejar amigos aquí y allá… estas cosas se hacen con 20 años. Esto son convencionalismos. Yo no me dejo barba porque esté de moda, yo no me compro la ropa que está de moda, no tengo hijos porque digan que toca, hago las cosas cuando lo creo conveniente. Y viajar a Mallorca lo creo conveniente. Aunque tenga más de 40 tacos.
Mañana empiezo a tomar contacto con el nuevo trabajo. Vamos a ver qué nos encontramos y a ver si esto de chapurrear varios idiomas sirve para algo. Toda experiencia es buena, repetirse no motiva mucho. O como dirían los Dusminguet con su Sopetón; «Cambia la vida por ser vida». Todo por hacer.
pd. Aquí una cancioncita de Kiko Veneno. Es autobiográfica, pero como pasa con todas las canciones, cada uno le da el significado que quiere. Me quedo con el «Y solo quiere, irse muy lejos, cogerla de la mano, y salir corriendo».
Por supuesto, Donatello. Aquello que pueda traer algo bueno para nuestro crecimiento siempre es conveniente. Y seguro que volver a España lo es.
Eres todo un aventurero, y un valiente, porque sea a la edad que sea, empezar da miedo (trabajo, amor, …). Ahora monta los muebles de ikea y asiéntate, tómatelo con calma, y cuando empieces a explorar (más todavía) por esos lares, nos informas, vale? Que tengo esa isla en mi lista de futuros viajes y quiero leer lo que tengas que decir 😉.
Un abrazo grande.
PD. Tengo más veletas que enviarte 😀.
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Donatello dice que seguimos explorando, que los muebles ya los tengo montados todos, que ya terminé mi primera semana de trabajo y no estuvo nada mal. Ayer me di el primer baño del año, en una cala bien chula.
pd. Ya sabes cuál es mi correo, manda esas capturas! 😀
Un abrazo grande
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