Empiezo de nuevo con la misma tónica, disculpándome por mis ausencias por este blog. Algo que odiaba en el pasado cuando lo decían los blogueros de antaño de principios del 2000, cuanto empecé en esto de los blogs. Algunos seguimos por aquí, a la deriva, como si de un naufragio hubiéramos acabado todos dispersándonos.
La razón es simple. Muchas cosas nuevas, muchas visitas a los rincones de la isla, muchas averiguaciones para encontrar mi sitio, nuestro sitio. Todo por hacer, como titulaba en mi primer post en esta nueva etapa en Mallorca. Tomar decisiones desgasta, física y mentalmente, pero lo prefiero a mustiarme poco a poco. La vida hay que tomárselo en serio, no dejar que otros decidan por ti.
Me acuerdo de unas declaraciones que hizo hace años Miguel de la Quadra-Salcedo, incombustible aventurero y corresponsal de guerra. Venía a decir que el tiempo que dedicamos a dormir en nuestra vida es frustrante, la de cosas que podríamos hacer con la mitad de ese tiempo de sueño. Un cuarto de tu vida. Pues parece que sus palabras resuenan en mi inconsciente, no paro mucho tiempo por casa, hay que mirar cosas, descubrir otras tantas, trabajar para comer y pagar facturas… ¡qué sin vivir!
Sigo descubriendo sitios, como Orient, uno de los pueblos más inhóspitos de Mallorca, situado entre Bunyola y Alaró en un valle perdido en medio de la sierra de la Tramontana. Reina el silencio.
Ir al mercado de Sa Pobla se está convirtiendo en una costumbre de las mañanas del domingo. Compramos fruta y verdura fresca, directa de los payeses y cae normalmente una cañita por allá. Visitas a más calas, agradables visitas venidas del extranjero…
Estos últimos días la moto me está salvando de pelearme para encontrar aparcamiento en el centro de Palma. La mejor decisión que pude hacer, traérmela para acá. Poco a poco nos vamos haciendo al lugar, al ritmo de vida isleña. Será toda una experiencia pasar el invierno aquí. Tal vez sea más que interesante, toda la isla para ti, fuera calores, fuera turistas.
Toda esta batalla que es la adaptación a un nuevo lugar, porque no todo tiene porque ir sobre ruedas, porque hay que superar y conquistar los problemas, pelearlo, y una vez ganada la batalla, disfrutar, disfrutar todo lo posible de las cosas sencillas, o de lo que tú más quieras.
Echando la vista atrás, de tanto trasplante de maceta, de no saber dónde echar raíces, ni tan siquiera si quieres echarlas, uno sólo aspira a ser feliz durante este viaje, a encontrar un lugar en el mundo, donde te sientas bien. En esas estamos.
El viernes fuimos a un festival en Palma, el primer festival de Malditos Cantautores, un ciclo de conciertos enfocado a promocionar la música de las islas, invitando también a músicos de la península. La noche del viernes fue perfecta, un cartel de 10 artistas tocaron durante más de 7 horas en un lugar con encanto como es «Sa Posessió». Volví a ver a viejos conocidos que siguen en pie de guerra como Riki López o Daniel Higiénico y a otros nuevos que me maravillaron como Capitán Cobarde (Albertucho), Sheila Patricia, Mr Kilombo. Uno de los agradables descubrimientos fue ver a Muerdo en concierto, canta bonito, tiene alma y una juventud insultante para las tablas que tiene sobre el escenario. Os dejo con una de sus canciones que como tantas otras, me inspiran y me dan aliento para seguir con esta aventura. Lejos de la ciudad.
No saben de donde vienen
y menos a donde van…
pd. Esta es la entrada número 80. La tontería da para rato largo.
pd2. La imagen de cabecera es de las vistas desde lo alto de una de las montañas de Locarno, en el Ticino, en Suiza.
Felicidades por tu entrada 80 y porque sigas descubriendo nuevos lugares, me gustan mucho tus reflexiones. Saludos Burdon 🙂
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Gracias Coremi por leerme con tan buenos ojos. Un saludito 🙂
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