Los que conocen este blog de antes, saben de mi extraña colección de veletas. Otros coleccionan copas, tazas de café, con sus correspondientes platitos, vinilos, cromos… yo colecciono veletas. Ni siquiera me ocupan espacio, las capturo y las cuelgo por aquí, haciendo luego una pequeña interpretación sobre qué representan. Las que he capturado o me han enviado desinteresadamente las he ido poniendo por aquí. Si pinchas en la categoría de «Colección de veletas» te saldrán todas.
Esta veleta, que no sé a ciencia cierta si es una veleta o un simple símbolo que corona el tejado de una casa, la encontré en las inmediaciones de Rhade, en la región del Niederrhein, donde vive un servidor de ustedes.
En esta zona, en la frontera del Münsterland, dejando atrás el tétrico y deprimente Ruhrgebiet, la zona de Duisburg, Essen, Oberhausen, Bottrop, Bochum… todas esas grandes ciudades dormitorio que eran las cavernas de las fundiciones, de la minería alemana, del acero. El motor de Alemania. Pero bueno, que me voy por las ramas, en el Niederrhein, si sigues las rutas diseñadas específicamente para las bicis, puedes disfrutar de kilómetros y kilómetros de campo y bosques, un mundo muy rural que difiere del Ruhrgebiet, unos cuarenta kilómetros más al sur. Hoy con la tontería nos hemos hecho cuarenta kilómetros en bici, entre la ida y la vuelta. Y eso que íbamos de tranquis. Como recompensa, esta captura del caballo, que debo suponer que lo pondrán porque son aficionados a los caballos en esta zona. Aquí cualquiera tiene un caballo como el que tiene un patinete. Rural, todo muy rural. La veleta y este par de fotos para un día inusualmente primaveral.
Hola Burdon. Curiosa afición. Y pensaba que el raro era yo. A mi me encanta fotografiar llamadores de puertas. Ya sabes, esos viejos aldabones con forma de puño, o cabeza de animal en algunos casos, o sin una forma definida en los más de ellos, y que ocupan la parte central de una puerta pintada en vivos colores.
Tengo un amigo que dice que lo que hay que coleccionar son cosas que no nos cuesten dinero. Chapas de cerveza, posavasos, azucarillos…
Que sigas con aumentando tu colección de veleias a golpe de pedal.
Un abrazo
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Hola Salva, los picaportes estos de las casas antiguas, algunas son muy curiosas. Alguna foto si que he hecho a esos picaportes. Tu amigo tiene razón, las colecciones pueden ser muy interesantes sin que tengan que costar mucho dinero, y si no ocupa mucho espacio ya sería ideal.
Un abrazo.
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Siendo yo tan minimalista y práctica, y siendo tú tan veleta, valga la redundancia, pues las colecciones que no ocupan espacio físico me parecen idóneas. Muy rural, y muy bonito el sitio. Buenas vistas como premio al pedaleo, que 40 km no son poco.
Un abrazo.
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Me has llamado veleta, no sé cómo tomármelo. :´(
Hoy encontré dos preciosas, pero las publicaré más adelante, no es cuestión de saturar a la gente con tanta veleta. 🙂
Un abrazo.
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“Veleta” es bueno. Es ser explorador, viajero, curioso, incansable. Siempre bueno.
Bien, bien, se te acumulan.
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Explorador? viajero? Mejor no te cuento mis planes… 😀 Lo sé, sé que e bueno, pero me gusta el drama. 🙂
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Uy uy, cuánto misterio…
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