Estos días estoy viendo fotos aquí y allá en las redes de la gente de vacaciones, viajando. Y uno sigue aquí, como un burro amarrado en la puerta de un baile, remando en las galeras, como decía la famosa coplilla de El último de la fila.
Últimamente veo que se apuntan a seguir este blog, gente con blogs de viajes, pero viajes a lo grande, que sólo leyendo sus entradas parece que se pasen la vida viajando. Sé que no es así, pero es la sensación que da cuando uno los lee. Es curioso porque antes, mucho antes de este blog, escribía sobre música y me leían gente que ama la música, músicos incluso, algunos notablemente conocidos.
Aviso que el gusanillo de viajar no ha desaparecido, sino todo lo contrario. Tengo ya un esquema de qué hacer con mis poco más de dos semanas de vacaciones, un anticipo del gran tour que quiero hacer. Porque no hay nada como salir a vivir el extranjero para querer volver a redescubrir tu casa y cada uno de sus múltiples rincones.
Lo dicho, bienvenidos todos los que os habéis ido apuntando, por el interés que sea a este blog. Un servidor seguirá dale que te dale al remo un poco más, a ver si llegamos a buen puerto.