Hace poco vi por casualidad «Una familia de Tokio», de Yôji Yamada, un veterano y prolífico director japonés. La elegí a boleo, sin tener ninguna referencia de la película, y la verdad es que fue una buena apuesta. Ahí dejo la sinopsis, tal cual, y luego comento qué me gustó en especial.
Sinopsis: Una pareja de ancianos que vive en una pequeña isla viaja a Tokio para visitar a sus tres hijos. El mayor, Koichi dirige un hospital. La hija, Shigeko dirige un salón de belleza. El segundo, Shuji, diseña decorados. Los hijos quieren que sus padres se diviertan en la capital, pero al mismo tiempo están ocupados en sus trabajos, dejando que sus ancianos padres se sientan algo incómodos. Pero pronto todo cambia.
Si queremos hacer una comparación algo chabacana, podríamos compararlo con «La ciudad no es para mí» protagonizada por el inefable Martínez Soria. El abuelo llega a la gran ciudad y ve que sus hijos están tan metidos en sus ajetreadas vidas que casi ni se ven entre ellos, quedando tocada la estructura de la familia tradicional. Y aunque el argumento de «Una familia de Tokio», tenga algo de eso, suele ser más sutil, más delicado, viniendo del lejano oriente, y ya de paso, te muestran en la película como es el día a día en Tokio, y el pueblo donde se criaron los protagonistas, en una de las numerosas islas del archipiélago. Los paisajes son magníficos por cierto, dan ganas de visitar Japón. Me gustan mucho las interpretaciones de los abuelos en especial, y del hijo menor, Shuji y su novia, que es achuchable a más no poder.


La historia al fin y al cabo, es la tendencia que está pasando en mayor o menor medida en todo el mundo. Los jóvenes con «sus cosas» y los padres ven que el tiempo ha pasado, y quedan sólo como meros observadores. Pero el transcurso del tiempo pasa para todos, poco a poco, pero pasa. La película es un remake de «Cuentos de Tokio», un clásico del cine japonés, del 53, que quiero ver pero ya para comparar la original de esta actualización llevada a nuestros días, que me dejó un buen sabor de boca. Recomendada desde ya desde este humilde rincón.
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