Vuelvo por estos lares, animado por la cuarentena que estamos comenzando debido al ya tristemente famoso COVID-19.
Empiezan a cerrar locales, comercios y demás establecimientos, mandan a los niños y profes a casa, para luego mandar a otra gente a trabajar desde sus casas. En mi caso, de momento no nos han dicho nada de parar de trabajar, tampoco por mi oficio puedo seguir con el teletrabajo, así que hasta nueva orden, seguiremos por las alturas.
Actualmente trabajo como jefe de equipo, llamémosle capataz. Me encargo de la renovación de una inmensa fachada de un edificio pegado al mar. Cada día veo partes de la vida de cada propietario, a lo James Stewart en La Ventana Indiscreta, pero sin prismáticos. Me cuelo en sus vidas saltando de balcón en balcón, sin permiso, con alevosía. Las fachadas son nuestras. Igual un día de estos presencio un asesinato como el famoso fotoperiodista. De momento lo que me encuentro es al joven estudiante de a saber qué, que duerme toda la mañana con las persianas abiertas de par en par, para luego sentarse delante del ordenador y jugar a juegos tontos con su móvil. O la chica de más arriba, que suele abrir la ventana y sacar medio cuerpo fuera de ella para fumar marihuana de la buena. Más de una vez la he asustado apareciendo de la nada, saltando de andamio a andamio. La consuelo advirtiéndola que la próxima vez silbaré para avisar que voy llegando. Ella sonríe nerviosa y me da las gracias.
Está también el jubilado que me hace peticiones de todo tipo, o la que me invita a una cerveza el cual yo rehuso interpretando a la perfección mi sorpresa y estupor, dando a entender que la profesionalidad está por encima de todo… o los abueletes que nos invitan a café por las tardes, sirviéndonoslo en una bandejita acompañado de mantecados que comemos más por deferencia que por gusto. Los abuelos creo que tienen síndrome de Diógenes, tienen el salón lleno a rebosar de todo, no pueden sentarse siquiera en el sofá o en una silla, todo está lleno de «cosas». O la profesora que me pide que le arregle el balcón que se le está rajando, todos vienen a mí sabiendo que soy el responsable de la obra. Me explica que a partir de ahora estará trabajando desde casa. O la niña pequeña de tres años que se esconde tras las cortinas, asomando la cabecita para saber qué hacen esos hombres encaramados en los balcones, rebozando techos y picando otros tantos. Me saluda, la saludo. Se mete adentro de una carrera. Sonrío.
En realidad, estamos más aislados que mucha otra gente, los andamios son nuestros, el aire es nuestro también, y las vistas al Mediterráneo son para todos los que vivimos y trabajamos aquí. Por suerte no tengo que moverme en transporte público, voy y vuelvo con mi moto, mi fiel compañera que me salva para moverme con facilidad por esta jungla de cemento. Vamos a ver si hoy tengo más suerte y puedo hacer «una compra normal», que ayer intenté comprar cuatro cosas en varios supermercados y los tienen asaltados los paranoicos. Ojalá toda la comida se les estropee por no saber dónde meterla, por avariciosos.
See you later my friends. A cuidarse mucho y a ser responsables. 🙂
Dios quiera que no, lo del asesinato 😰 en menudo marrón te meterías. Ya te veo escapando de la mafia en tu moto, sorteando coches y saltando rampas 🔫🔫🏍 esto de estar en casa… vemos muchas pelis 🤣
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Ejem, es una 125 CC 🙄😄 lo de las rampas y tal, despasito. Mañana veremos si me paran para ir a trabajar o qué, al menos me dará más el aire que a muchos. Y vosotros cómo lo tenéis? Podréis soportar la idea de no poder escaparos a una lejana isla? 😨
Pelis? Vais a tragaros series enteras y lo que haga falta. 😋
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Jajaja nosotros somos muy comilones 😋 lo de viajar… tendrá que esperar a ver como evoluciona todo esto 🤦🏻♂️ teníamos planeada una semana en junio… pero… menos mal que no había nada comprado y luego en agosto, esperemos que pa aquella se arregle 💪 ahora en casita, es lo que toca 🤗
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Buenas Burdon. De nuevo por aquí. Me asomo de vez en cuando pero no suelo comentar últimamente.
Esta nueva rutina nos a trastocado a todos. Yo mañana es el último día que trabajo, los pedidos en la empresa han caído en picado desde la pasada semana y la empresa a decidido hacer un ERTE, de momento hasta el 29 de marzo aunque tal y como están las cosas, mucho me temo que hasta Semana Santa no volveremos al trabajo.
De momento, estos días trabajando por las mañanas la cosa se lleva bien, pero luego, todo el día encerrado…no se. Lo que peor llevo es no salir a la montaña. Este año entre que pasé una gripe de caballo que me tuvo dos semanas k.o, que he estado de mudanza y el tiempo que ha estado malillo tirando a hijo puta(los fines de semana, porque entre semana brillaba un sol muy cabrón que se tomaba fiesta al llegar el viernes) pues llevo sin pisar piedra desde navidades que estuve en Girona y me hice varias cimas del Montseny, Turo del home, Matagalls y Les Agudes.
Así que a leer toca, redescubrir viejos discos y ver alguna peli o series.
Bueno, aquí nos quedamos. Un abrazo y que te sea leve.
PD- Jajajaja, que se les estropee la comida. Qué puta locura. Por cierto, sigues en Alemania o estás en España? porque tal y como hablas parece que estás aquí, no me imagino a los teutones perdiendo la cabeza en el super, a no ser que sea en Mallorca para comprar cantidades ingentes de alcohol.
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Buenas Salva, dichosos los ojos que te leen. Pues aquí estamos, más o menos como tú, pero todavía no me han dado el boleto para irme para casa, me han dado un salvoconducto para poder ir al trabajo y mostrarlo si me paran las autoridades, pero creo sinceramente que es cuestión de días que me manden para casa, el país se paralizará más aún.
Pues sí, como puedes suponer estoy viviendo y trabajando de nuevo en España, vine por navidades ya para quedarme, y enganché a trabajar en febrero. En Alemania todavía no han confinado a la población, pero es cuestión de días para que lo hagan. Ya han empezado a comprar más de la cuenta, eso sí. No sabía que habías estado ko por la gripe, a mí me pasó lo mismo, pero fueron como unos 6 días, luego fui arrastrándola unos cuantos días más. Si estuviste en el Montseny, estuviste relativamente cerca de mi casa!, es la montaña emblemática que me pilla más cerca desde donde vivo.
Pues eso, que habrá que armarse de paciencia y esperar a ver si remite todo este asunto. Un abrazo y a cuidarse!
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