Me pasa Soraya una espléndida foto de una bruja como veleta que tiene un amigo en el Prat de Llobregat en su terraza. Una bruja en su casa, ¡horreur!

Son ya muchas las brujas cazadas en forma de veleta. Tenemos especial predilección por ellas, pero dudo que ellas tengan esa misma admiración por nosotros. En el libro «Las Brujas» de Roald Dahl, se presentaban como seres malignas, repulsivas. Una repulsión inmensamente proporcional a la que tienen ellas por los niños. Los odian, los machacarían en pedazos, apestan.

Igual que en el libro, sabemos de ellas, están ahí, mezcladas entre nosotros, haciendo vidas normales en trabajos normales. Yo sólo digo una cosa, mucho ojito si veis a vuestra cajera, dependienta, o directora del banco rascarse demasiado la cabeza.

Gracias a Iván Navales Duro por tener la cortesía de cedernos esta foto.