La parcelita (lluvia de estrellas)

Cayetano y Lawan contemplan el amanecer en la tierra desde su atalaya. Cayetano permanece con los brazos estirados en el filo del jacuzzi con un gintonic en la mano, mientras que Lawan se toma un descanso apoyándose en su pecho, mirando de reojo a su jefe.

  • ¿Lawan conoces esos días en los que se ve todo de color rojo?
  • ¿Colol lojo? Quelá decil neglo.
  • No, se puede tener un día negro porque uno se engorda o porque ha llovido demasiado, estás triste y nada más. Pero los días rojos… los días rojos son terribles, de repente se tiene miedo y no se sabe por qué.
  • Lojo malo, lojo malo…
  • Sí Lawan, lojo malo. Sigue hasta el final, ya mismo termino.
  • blub blub blub….

Hay algo que no me cuadra. Pitita y yo hace años que hacemos planes por separado. Yo la abastezco de todos sus caprichos y ella me deja con mis negocios y mis cosas. ¿De qué tenemos que hablar? ¿querrá más dinero?, ¿habrá encontrado otro hombre y querrá que lo mantenga también? El bolsillo de un empresario es un bolsillo roto. Por mucho que quieras llenarlo siempre se pierde todo pantalón abajo. Debería haberme comprado la parcelita en Marte, que está a más de 225 millones de kilómetros de distancia, y eso viajando a 58.000 kms por hora. Creo que le reventarían las tetas de silicona 58.000 veces. Uno es rico, pero no tanto. Además, tengo una fábrica que atender.

  • Ding doooong!
  • La… laaaaaaaaaawaaaan….ugh…ah! Good job cariño, baja y ve a ver quién es. Sea quién sea dile que ahora bajo.
  • Morgeeen… Herr Cayetano ist da?
  • El señol ist da, si. Él ahola bajal.
  • gut, gut, danke dir…

Es Klaus, el patriarca de la familia Müller, mis vecinos de finca. Los Müller fijaron definitivamente su residencia acá hará dos años. Su finca es considerablemente más grande y tiene más servicio. Paisajistas, jornaleros en sus campos, dos asistentas y un chef de cocina. Parecen la tribu de los Brady, viven todos juntos en la gran finca con casitas contiguas. Vienen de Hamburgo, una de las ciudades más poderosas de toda Alemania. Mucho dinero y poder pero no son capaces de contratar a un personal shopper para erradicarles esas chanclas con calcetines blancos y lanzarlas al espacio hasta que llegaran a Plutón, por lo menos. Luego se llevan el polvo lunar para la cama arrastrando los pies por toda la finca. Alemanadas aparte, Klaus me cae bien, tiene ochenta años y todavía se ilusiona con la cosa más nimia. Al que detesto con toda mi alma es a Alexander, su hijo mayor. Engreído, siempre mirándote por encima del hombro, sabiendo que son una piña en la familia en cuanto a los negocios, todos tienen negocios y multiplican sus ingresos gracias a su posición. Creo que todos son unos siesos menos Klaus.

  • Cayetanooo… Mein kleiner Freund, wie geht es dir?
  • Klaus, viejo lobo… gut! gut!, very gut! cómo está tu Frau?
  • Frau Muller? ist gestorben… (está muerta)
  • Bueenoo y la mía también, si es que a veces estorban a cualquiera. Gut!, gut! me alegro por ti.

Yo como decía Aznar, el alemán lo hablo, pero sólo en la intimidad. Si Lloret hablara… pero lo entiendo, entiendo al viejo zorro este si, buen tipo, gut. En fin, el hombre vino a invitarme a su finca la semana que viene ,au para hacer un grill, que no sé yo qué mierda es esa. Lo suyo era una barbacoa, nada de comer grillos como los tailandeses. Será una buena ocasión para llevar a Pitita a la fiesta esta, así ve que no estoy tan solo aquí, que incluso aquí mantengo mi círculo social.

¡¡¡BOOOOOOOOORROOOOOMMM!!!

  • ¡Señol Cayetano lluvia de estlellas, ¡una atlavezó la cúpula y destluil balbacoa!¡
  • ¡Malditos asteroides! ¡Pero deja de sonreír Lawan que esta granizada lunar no la paga el seguro!
  • ¡Es que estal muy nelviosa!, ¡no sabel qué hacel!
  • ¡Rápido!, activa el segundo campo protector, antes de que impacte alguno en el jacuzzi.

Después del momento de kaos logramos activar el nuevo campo magnético. La lluvia cesó después de cinco minutos. Entre tanta carrera por el jardín, no me había dado cuenta que había algo escrito en el cristal de la puerta de la finca. Me acerqué, me puse las gafas de ver de lejos y pude alcanzar a leer;

«Volvimos»

2 comentarios en “La parcelita (lluvia de estrellas)

  1. Esto se pone cada vez más interesante, en vez de disfrutar de la lluvia de estrellas se preocupa por un jacuzzi…si total lo puede arreglar, presume de su dinero no le costará nada. Ojalá ese «volvimos» le traiga algunos quebraderos de cabeza a nuestro señor empresario del espacio muajaja.
    ¡Muy buena entrada! Saludos 🙂

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