Y pasan las horas, y pasan los meses… esa coplilla de Bambino me suele venir a la mente cuando uno se pone en estado de espera, dejando que pasen los días sin pena ni gloria.
Perdiendo el tiempo y la cuenta, igual que el incesante tintineo de gotas de lluvia caen en la ventana del tejado. Llueve sobre mojado y el sol juega al escondite, para variar. Nos recomiendan tomar vitamina D para sustituir las propiedades milagrosas del sol, para salvaguardar nuestro estado de ánimo. ¿Nuestro estado de ánimo? Si algo he aprendido desde que estoy lejos de casa, es a tener paciencia. Ser cumplidor, correcto, amable, meticuloso con mis deberes. Por la cuenta que me trae. Creo que voy para rey de los estoicos.
Este fin de semana pasado estuvimos de visita en Neuss, una ciudad pegada a Düsseldorf. Algo así como L´Hospitalet para Barcelona. Luego nos quedamos a ver la noche de la gran ciudad, con su emblemática torre con sus luces rojas y azules, verdes fosforescentes y el ajetreado tráfico marítimo de barcos de carga y de pasajeros navegando por el Rhein. La gente se echó a la calle el sábado por la noche. Un tiempo casi veraniego después de más de dos semanas lloviendo (aunque ya volvió la misma cantinela). Las calles del Altstadt se abarrotan de gente, comiendo y bebiendo, celebrando. Es una ciudad con movimiento, ideal para los negocios. Cualquier multinacional que se precie tiene que tener una sucursal en la capital de Nordrhein Westfalen.
Pero bueno, este es el enésimo post del mismo palo de aquí no pasa nada, mátame camión, pero mátame ya… pero no lo puedo remediar. Serán los efectos de no tomarme la vitamina D. Prometo posts con más chicha, con cosas interesantes para contar y compartir.
Os dejo con Maui, con la colaboración especial de Jorge Pardo y su mágica flauta travesera. Canta precisamente la canción de su tío, la que canturreo estos días de recogimiento forzado. «El Reloj».
pd. Gracias por los me gusta y por pasaros por aquí a leer mis milongas. Que sé que sois un puñadito de vosotros los que tenéis la santa paciencia. Sus abrazo, os leo a hurtadillas también a más de uno.