Pues pasan los días, pasan los meses… y asusta no pararme por aquí más a menudo. Pero es lo que tiene dedicarse a vivir, que no hay tiempo ni para contarlo.
Acabo de añadir Sustrato Universal a mi palmerita y a un cactus que debe tener ya más de doce años. Tenía el cactus chiquitito antes de emprender mi viaje al extranjero, un viaje de ocho años en busca de respuestas que al final, paradójicamente, me provocaron muchas más preguntas. Mientras más aprendes más te das cuenta de lo poco que sabes.
El cactus lo dejé en herencia en vida a mi madre, luego a mi hermana, con el peligro que tiene dejárselo a una veinteañera que no paraba por casa casi ni para dormir. Y resistió como un jabato todo este tiempo hasta mi vuelta. Hoy se merecía ese aditivo que necesitamos todos, ese sustrato que hace agarrarnos a la vida y seguir creciendo.
Amigos, se viene metáfora burdoniana de las mías.
Últimamente veo que me falta el empuje suficiente, la motivación por algo, por el que dedicas tu tiempo. Sobrevivo como mis plantas, con un poquito de agua ya voy tirando. Pero al final, como todos, necesito ese sustrato universal, ese que tan fácilmente compré en el chino de al lado de casa.
Hace poco visité unas conocidas bodegas de Vilafranca del Penedés, donde el cabeza de familia decía que los tiempos están cambiando, y lo que valía antes, dentro de poco ya no valdrá, todo habrá cambiado en pocos años. Se preparan para los cambios que comportará el clima para sus viñedos, pero mientras tanto, hacen todo lo posible para mantener el ecosistema. Todo es una cadena, la naturaleza es sabia y todo ayuda al equilibrio. Los árboles ayudan con sus raíces a contener las tierras de la lluvias torrenciales, la hierba ayuda a mantener la tierra húmeda para los viñedos y todo en general, los animales abonan la tierra…
Me conozco y sé que necesito algo que me llene y me sienta satisfecho, y eso conlleva cambios, decisiones. Lanzarme a la cuerda floja sin red, amparándome a reaccionar como un gato y voltearme a tiempo para caer de pie si me tropiezo en un momento dado.
Tengo cierta inquietud, por lo que está por venir, la verdad, pero hemos venido a jugar. No somos vegetales, sentimos y queremos cosas. Cuando te hagas todas estas preguntas y te asalten las dudas escucha esta canción de El Kanka, respira hondo, y adelante. A mí me sirve. 🙂
Bonita canción, muy motivadora en su sencillez reside el encanto. Gracias Burdon y muchos éxitos en tus nuevas aventuras 🙂 espero te pases por aquí de vez en cuando para contar que tal va la cosa.
Me gustaMe gusta
Ayy… Hola Coremi, gracias por pasar por aquí. El Kanka igual te divierte que te conmueve sí. Prometo pasarme más, todo bien
🙂 Saludos!
Me gustaLe gusta a 1 persona
El Kanka es siempre un acierto :).
Con respecto a lo que dices, qué conectados estamos, ando medio medio igual que tú. Reflexionando sobre mis pasos (tú sabes, como siempre más o menos :P), y me ha encantado tu metáfora. No es lo mismo vivir con un objetivo, ir a por todas, que ir tirando. En eso somos parecidos, me encanta lo de «hemos venido a jugar», yo también uso esa expresión.
Un abrazo, Burdon.
P.D. Pase el tiempo que pase, me uno a la petición de Coremi, pásate por aquí de tanto en tanto para leerte, que sabes que siempre es un placer.
Me gustaMe gusta
Hola Yai!
Solemos coincidir con lo que nos ronda por la cabeza, esa forma de interpretar la vida. No deja de sorprenderme 🙂
El Kanka forever, sí! Escucha a Álvaro Ruiz también si te gusta el Kanka, es su guitarrista habitual. Lo vi en un concierto en solitario en Mallorca y me gustó mucho también.
Hoy me dio por publicar dos posts seguidos. Así ando yo, a lo impredecible y a lo loco. 🙂
Un abrazo grande Yai.
Me gustaLe gusta a 1 persona